La aviación, al igual que el resto de sectores industriales y tecnológicos del planeta, avanza y progresa al ritmo en que la ciencia y la sociedad lo hacen. Durante muchos años, ha existido una única filosofía: la carrera por la vanguardia. La búsqueda de los diseños más extraordinarios, la velocidad, el lujo… Este era el motor que hacía avanzar a las grandes compañías del sector aeronáutico.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el punto de mira ha ido virando hacia un enfoque algo distinto. Seguimos persiguiendo la excelencia, lo extraordinario, las prestaciones… Pero, ahora, bajo una nueva conciencia ambiental, verde, que ha cambiado por completo el paradigma y los modelos de nuestra industria.
Al igual que los pilotos, las empresas deben aprender a adaptarse a las condiciones externas. Deben de ser analíticas, precisas, flexibles.
Es por esto que, desde Corflight School, creemos firmemente en el modelo de transición ecológica. A lo largo de nuestros 20 años de trayectoria, siempre hemos buscado adaptarnos a los tiempos que corren. Nuestro único objetivo es diseñar un enfoque profesional basado en las necesidades específicas de los alumnos y alumnas del presente. Necesidades que, en estos momentos, van de la mano de la modernización avanzada de las flotas.
Gracias a nuestros esfuerzos, hemos diseñado un programa que busca, no solo cumplir esta serie de requisitos, sino colocarnos en la vanguardia europea del cambio. Corflight School ha firmado un importantísimo acuerdo, para el año 2024, de modernización de su flota.
Nuestro primer paso es el siguiente: la incorporación a nuestra flota de una CESSNA 172 JET A-1, equipada con BRS (Ballistic Recovery System) y aviónica GARMIN, sustituyendo así la instrumentación analógica de las aeronaves por un fiable sistema digital.
A finales de marzo se realizará la entrega de este nuevo avión. El JET A-1, especificado ya en la pestaña “Huella de carbono” de la página web, es un combustible para aviación de mayores prestaciones técnicas y menor emisión de CO2 a la atmósfera. Se trata del primer paso hacia la instauración de combustibles SAF (Sustainable Aviation Fuel).
La contaminación de estos motores, distribuidos por la empresa europea Continental, llega a reducirse a la mitad si se compara con el AV GAS (combustible tradicional de aviación general).
Compartimos con nuestros alumnos y seguidores esta noticia, que será la primera de muchas, con la ilusión transformadora de un proyecto europeo y verde que, ante todo, nos coloca en el centro un proyecto global y colectivo en aras de llevar a nuestro sector hacia el futuro.
